Las boyas del Sistema de Alerta Temprana de Tsunamis que dispone el Ecuador (INOCAR) registraron y alertaron en menos de 35 segundos, de forma pronta y efectiva, la ola generada por la violenta erupción del volcán submarino Hunga–Tonga (Pacífico Sur) el pasado sábado 15 de enero de 2022.
Este sistema y sus boyas son gestionados por el Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada (INOCAR).
Alertas en menos de 35 segundos
Dicha perturbación originada a más de 10 mil kilómetros de distancia viajó en forma de ola por todo el Océano Pacífico y fue detectada el mismo 15 de enero por las boyas de tsunami modelo MSM EBM24-TS, ubicadas en Manta y Esmeraldas, las cuales generaron de forma autónoma y automática las correspondientes alertas en el Centro Nacional de Alerta de Tsunamis de Ecuador adscrito al INOCAR. Todo ello en menos de 35 segundos luego de su detección, lo cual evidencia la rapidez, robustez y confiabilidad que posee el sistema.
Cabe destacar que luego de la ola principal del tsunami detectada por las Boyas de Alerta de Tsunamis de Manta y Esmeraldas a las 19:24:30 y 19:39:30 (hora UTC del día 15 de enero, respectivamente), se siguieron recibiendo los mensajes de detalle subsiguientes y que forman parte del protocolo establecido para el seguimiento instantáneo y posterior cuando se sucede un evento tsunami, los cuales reflejaban la continuidad y aminoramiento de la perturbación del oleaje.
Un completo Sistema para la detección y alerta temprana de Tsunamis
MSM ha desarrollado un Sistema completo para la Detección y Alerta Temprana de Tsunamis, con una estructura de mensajes compatible y capaz de integrarse en la plataforma de la NOAA. Estos sistemas resaltan la relevancia de extender entre la ciudadanía la «cultura de prevención” mediante la emisión de alertas con suficiente tiempo, como un elemento fundamental para afrontar estos riesgos, y la de la coordinación entre las distintas administraciones e instituciones.
Las oportunas y efectivas alertas recibidas por estos sistemas y que ayudan a proteger a millones de personas que viven y transitan por las zonas costeras, nos reafirman la idea de que debemos fomentar, mantener y reforzar la conciencia colectiva de pescadores, navegantes y población en general, para el cuidado y no vandalismo de estos medios en la mar, ya que posiblemente entre las vidas que se protejan estén las de sus familiares, amigos y seres queridos.
