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Aprobado el Plan Estatal de Protección Civil ante el Riesgo de Maremotos

Publicado el jueves, 10 junio de 2021

El pasado viernes 4 de junio, se presentó en Cádiz el Plan Estatal de Protección Civil ante el Riesgo de Maremotos que fue aprobado por el Gobierno español el pasado 18 de mayo. Este supone un sistema capaz de anticipar y alertar de manera temprana la aproximación de un tsunami/maremoto, avisando con suficiente tiempo a las autoridades y servicios de emergencia para que lleven a cabo las medidas necesarias.

Dicho plan se ve apoyando por el Sistema Nacional de Alerta de Maremotos (SINAM), el cual se nutrirá de los datos recolectados por la Red Sísmica Nacional; la red de mareógrafos REDMAR de Puertos del Estado; los sistemas de detección del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y otros sistemas de detección marina de otras áreas e instituciones.

Este sistema se verá acompañado por la colaboración de centros regionales de alerta de tsunami establecidos en el marco de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (IOC/UNESCO), además del Sistema de Alerta de Maremotos del Atlántico Noreste, Mediterráneo y Mares Adyacentes (NEAMTWS), formado por varios centros de alerta provenientes de países como Francia con el CENALT, Portugal con el IPMA, Italia con el INGV, la NOA en Grecia y KOERI en Turquía.

El establecimiento de dicho plan resulta de vital importancia a la población costera que cuenta con aproximadamente 7.660 kilómetros de distancia, en donde habitan alrededor de 23 millones de personas, siendo el 58% de la población del país.

Las regiones que mayor riesgo les supone una posible alerta de tsunami/maremoto van desde Andalucía, Canarias, Cataluña, la Comunidad Valenciana, Galicia y Baleares hasta Murcia, Ceuta y Melilla

Por un lado, las costas andaluzas serían de las que más riesgo tendrían, dado que Andalucía se encuentra en medio de una doble falla tectónica que amenaza tanto el lado Atlántico como el Mediterráneo. Pero las costas potencialmente más peligrosas, serían las del Golfo de Cádiz en el que ya tuvo lugar el devastador maremoto de 1755 donde el mar invadió la población 3 veces con olas de hasta 20 metros de altura y, según algunos autores, de 35 metros la última aproximadamente y llevándose consigo la vida de alrededor de 2.000 personas.

De la misma forma, en el mar Mediterráneo se han producidos tsunamis de menor potencia que han afectado las costas del sureste peninsular y Baleares, causados por terremotos ocurridos en la costa de Argelia y en el mar de Alborán. Los más antiguos, con pocos registros al respecto, serían los de los años 1522, 1680, 1790 y 1804, mientras que más recientes se han dado lo de 1856, 1954, 1980 y 2003, siendo este el más impactante de los mencionados.

Mientras que, en las Islas Canarias, existe el riesgo de tsunamis con origen volcánico, siendo el único caso conocido el del tsunami generado por la erupción del Volcán de Arenas Negras en Tenerife en 1706.

Los maremotos ocurridos en el Atlántico resultan ser más destructivos pero menos frecuentes, mientras que los del Mar Mediterráneo van al revés, más frecuentes pero con menor potencia.

A pesar de que sean eventos de extremada rareza, España ya tiene una historia con los tsunamis que han afectado su territorio, por lo que se debe de estar preparado para la posibilidad de que, en cualquier momento, se origine otro. El principal problema se debe a que gran parte de la población española se haya asentado en el mar, otorgando poco tiempo de reacción y por lo que resulte de vital importancia que el sistema de anticipación y alerta de tsunamis funcione adecuadamente y se le preste la debida importancia, ya que estos son la catástrofe natural más mortífera conocida.

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